Poesía Periferia
Me niego a construir afectos sin reciprocidad de territorio,
a trasladar mi ternura por horas
como material para edificar en el centro
lo que brota en el límite que habito
Quiero que tú también vengas a verme
con la mochila llena de sueños,
desbordada de cariño
verte llegar por mi calle
con tu cabello enredado de ideas
que podrían cambiar el mundo
hacer un refugio con tu risa
quebrantar el asfalto con nuestras raíces
pero en cada intento me dices: no, vives muy lejos
y tu boca dibuja una mueca
parecida a una frontera
entre tu casa y la mía
entonces, nos volvemos mapas
y me siento extranjera en ti
ajena al país que eres,
a tus ciudades
y no entiendo tus leyes
ni tu política migratoria
¿por qué no puedes visitar la tierra que soy?
no me guardes en recuerdos de avenidas sin infancia
ven a verme aquí,
donde el televisor te ha dicho
que no existe el amor
más allá de la calle herida
de la noche y sus dueños
hay una fisura en el miedo
para sembrarnos ternura
mírame, también soy mi barrio
bola de fuego rompesombras
la cumbia cierracalles
la creación a deshoras
el sueño de un perro que muere en el asfalto
la estría entre una cárcel
y el beso aguamiel del camino
el lindero arbolado
descentralizado
moreno
migrante
no vedes mi trinchera, que, por negarla, existe
Déjame adornar tu memoria
hacerte un recuerdo
de agua y sierra
colgarlo en la casa que eres
cuando me comprendes entera
completa
poesía
periferia
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